Una vez finalizada la temporada, es momento de hacer balance de lo que han sido estos nueve meses de competición. Y para ello nadie mejor que Félix Concepción, fiel colaborador de nuestra web y persona entendida en esto del baloncesto por su condición de entrenador, quien en esta primera entrega nos hace un resumen pormenorizado de la campaña 07/08.
Por FÉLIX CONCEPCIÓN / Colaborador
Ha acabado la temporada 2007-2008 del UB La Palma, una temporada que ha significado el descenso del club palmero a la LEB Plata, que no ha sido fácil debido a los vaivenes que la plantilla y el cuerpo técnico han tenido, y que puede marcar un antes y un después en la historia -breve pero ilusionante- de nuestro equipo en las categorías nacionales del baloncesto español. En estas fechas de pre-verano, esperando a que la nueva Junta Directiva que salga elegida de las urnas se ponga a trabajar en la confección del nuevo UB La Palma 08-09, intentaré hacer, a petición del "jefe" Herrera, un pequeño análisis de la temporada pasada.
Empezaré afirmando que la temporada tiene un ‘antes’ y un ‘después’ claro desde la destitución de nuestro primer entrenador, Ñete Bohígas, un técnico que solo consiguió 3 victorias en 13 partidos y que no supo nunca sacar rendimiento a los jugadores que tenía. Con mayor o menor responsabilidad en la confección de la plantilla, lo que no podemos obviar es que dentro de la misma había jugadores que no rindieron como se esperaba de ellos y que hasta el mercado de diciembre no se consiguió rectificar esta situación.
La escasa aportación de los Gil, Martínez o García, la poca involucración de Reggie Moore o la espantada de English pueden haber influido en la dinámica negativa del UB en la primera vuelta de la misma, pero lo que sí se puede achacar al entrenador es que nunca dio la sensación de saber a qué quería jugar o, cuanto menos, se vio superado por todo lo que sucedía alrededor suyo. Aún así, el principal error quizá fue contratar a un entrenador que venía avalado por casi descender al Autocid Burgos en la temporada anterior (tenía al equipo en puestos de descenso a falta de 8 jornadas cuando fue cesado, y su sustituto, Gonzalo García, consiguió salvarlo en el último partido).
Cuando Ñete Bohigas fue cesado, el equipo encajaba una media de 85 puntos por partido y anotaba 75, unas cifras que revelan que había errores graves que corregir, sobre todo en defensa, y que parecían abocar al equipo al descenso seguro. Con la salida del técnico cacereño, junto con David Gil, Carlos Martínez, Reggie Moore y Mario García, y apoyados en la llegada de Perico Sala, Marcos Suka, Yamar Diene, Robert Maras y el nuevo entrenador Domingo Rodríguez, el equipo cambió la cara.
Los comienzos de Rodríguez no fueron fáciles ya que, además de los cambios técnico-tácticos que tenía que hacer, al equipo se le sumaba un calendario que no era fácil para nuestros intereses: Lleida, Breogán, Tenerife, Bruesa y CAI Zaragoza, cinco equipos que por infraestructura y presupuesto no eran de “nuestra liga”. Aún así, en momentos puntuales el equipo dio otra imagen, sobretodo contra el Tenerife (remontada en el tercer cuarto que nos ponía dos puntos arriba) y el Bruesa GBC (partido que se perdió en los dos últimos minutos), pero ninguno de estos esfuerzos sirvió para conseguir sumar la primera victoria, la cual llegó ante el Ciudad de Huelva por 91-67 en el transcurso de la 19ª jornada.
Sin embargo, sería la jornada 25ª, en la que se consiguió vencer al CB Canarias, la que marcó el segundo punto de inflexión de la temporada y que, a la postre, fue crucial para seguir manteniendo las esperanzas de salvación del equipo. Después de esta victoria llegaron otras cinco consecutivas ante Los Barrios, Melilla, Inca, Palma y Hospitales. La situación del UB había cambiado radicalmente y se veía con optimismo el final de temporada, ya que se había salido de los puestos de descenso y, sin ser un calendario fácil (se volvía a jugar contra Lleida, Breogán, Tenerife y Bruesa), la buena racha daba ilusión al equipo y a la afición.
Tristemente se perdió con Lleida y Breogán en Miraflores, así como ante el Tenerife en el Santiago Martín, y la postrera victoria ante Bruesa, al depender de resultados de terceros equipos, nos condenó a disputar la LEB Plata. Fue un final doloroso, en el que más de uno derramó lágrimas de rabia -no sólo en la grada, sino también en el vestuario- porque el equipo había dado la cara y había sacado lo mejor que tenía dentro, pero se había ahogado llegando a la orilla... Por cierto, con Domingo Rodríguez el equipo anotó una media de 78 puntos (3 más que con Ñete) y recibió 79 (6 menos).
Ahora tenemos por delante, salvando el proceso electoral abierto, un futuro que tiene que seguir siendo brillante. El UB La Palma ha paseado el nombre de nuestra Isla y nuestro baloncesto por toda España, siendo un referente de seriedad y trabajo bien hecho. En la LEB Plata veremos jugadores de la talla de Steve Johnson, Jason Blair, Eulis Báez, Brandon Wolfram, Paulo Prestes, Matt Kieffer, Curtis Bobb, Josep María Marcos o Pau del Tío, así como otros que pronto serán grandes jugadores y que ahora militan en los filiales de equipos ACB como Unicaja Málaga o Cajasol de Sevilla. Jugaremos en ciudades históricas del baloncesto, como Cáceres, Plasencia, Gijón, Tarragona, Ourense o Huesca. Y volveremos a ver a algunos 'amigos' con pasado palmero como Balmón, Ibeas, Jonathan Ramírez, John Floyd o Quique Garrido (ex-Aridane)…
En suma, alicientes de sobra para que el aficionado del UB, el buen aficionado al baloncesto, suba los viernes a Miraflores a ver a su equipo, al que lleva siguiendo desde hace muchos años y del que se siente orgulloso, porque al fin y al cabo nos gusta esto del BA-LON-CES-TO...